Algunos de los jóvenes bailarines del Colegio del Cuerpo tienen cualidades para convertirse en verdaderos
profesionales.
NOTA- EL
COLEGIO DEL CUERPO
Children of the Andes- Te invita al Colegio del Cuerpo:
Children of the Andes los invita a una noche inolvidable con El Colegio del
Cuerpo de Cartagena.
El ‘Colegio del Cuerpo’ regresa al Reino Unido para estrenar una variada combinación de bailes afro colombianos impregnados de un matiz contemporáneo, con coreografías del bailarín colombiano Álvaro Restrepo y Marie France Delieuvin.
Después del éxito en taquilla del año anterior y de la respuesta apabullante del
publico, ‘Children of the Andes’ se complacen en anunciar el regreso a la ciudad
de Londres del ‘Colegio del Cuerpo’ de Cartagena.
Este proyecto que trabaja la danza con muchachos de barrios populares de Colombia nació en 1997 con el objetivo de evitar la deserción escolar y la vulnerabilidad frente a riesgos como el pandillismo, la drogadicción, los embarazos prematuros... A los que se exponen los muchachos que no tienen en qué ocupar su tiempo según lo explica Álvaro Restrepo.
La idea del proyecto es usar las danzas y las disciplinas relacionadas para ayudar a la gente joven a encarar las cuestiones sociales que afectan sus vidas y animarlos a participar en la promoción del cambio social.
Apoyemos a estos niños y jóvenes asistiendo al UCL Bloomsbury Theatre, Gordon
street, WC1H 0AH –estación Euston) el 17 y 18 de Octubre desde las
7.45 pm.
No se pierda este vistoso espectáculo de color, acrobacia y baile.
Póngalo en su agenda!
Precio entrada: £15 ( adultos) / £12 .50 (estudiantes) – todos los fondos serán
destinados al proyecto.
Para mayor información y reserva de boletas por favor llamar al 020 73888822
OFERTA
SPECIAL a la comunidad latina por estos dias, de ofrecer las entradas a £10 en vez de £15 si se compran en el teatro.
Si llaman directamente a COTA al 0207 549 0225 y mencionan "Latinoutlook" se
les dejara a £10.
El entusiasmo de dos coreógrafos confirmados hace de la danza contemporánea un futuro para los niños pobres de Cartagena de Indias.
Alvaro Restrepo, bailarín y coreógrafo colombiano, podría haber seguido la ruta de su éxito individual en cualquier escenario del mundo, desde Nueva York, donde se formó, hasta Europa, donde logró sus primeros triunfos, pero en 1993 decidió dejar de lado su ambición personal para introducir en Colombia la enseñanza de la danza contemporánea, una disciplina de escasa o ninguna tradición en el país, y hacerlo además con niños de 10 a 12 años de familias pobres. Para llevar a cabo su proyecto se asoció con Marie-France Delieuvin, directora de estudios del Centro Nacional de Danza Contemporánea de Angers, Francia. Desde entonces, la aventura compartida de esta pareja de bailarines y coreógrafos ha dado frutos imprevisibles.
Cuatro años después de haber sembrado la semilla de la pasión artística en Bogotá y Cali, en 1997 nació el Proyecto El Puente, iniciativa que a los pocos meses se trasladaría a Cartagena de Indias. La ciudad donde Restrepo nació hace 42 años, urbe turística que figura con pleno derecho en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, no puede sin embargo ocultar otra realidad: de los 700.000 habitantes que la componen, más de un 60% vive por debajo de los índices de pobreza.
El puente que Restrepo y Delieuvin han querido levantar conecta el mundo de dos artistas consagrados con una de las barriadas más pobres de Cartagena y a aquéllos y ésta con los profesionales de Europa y América Latina a través de festivales e intercambios.
Entre 1997 y 1998, Restrepo inició una “etapa de sensibilización” con 480 niños del Colegio Inem de Cartagena de Indias para llegar poco a poco a un grupo que no por reducido era menos sorprendente: noventa de los pequeños bailarines continuarían de manera más sistemática abriendo las puertas a una vocación que los devolvía también a las raíces de su identidad cultural y humana. Al cabo de algunos meses, gracias a una suerte de selección natural y a la fuerza de voluntad que nace de saberse partícipes de un proyecto creativo, 22 de esos niños acabarían por cerrar la cifra del “Grupo Piloto Experimental del Colegio del Cuerpo”. Estaban cruzando el puente, atravesando el río de una orilla a otra.
Hoy, robándole tiempo a la enseñanza formal y aliento al desaliento de pertenecer a familias muy modestas de Cartagena, niños y niñas que han crecido en experiencia y cambiado su voz y su anatomía ensayan a diario sus creaciones en el bello claustro colonial del convento de San Francisco, un edificio del siglo XVI alquilado en condiciones favorables por la Fundación Social de la orden de los jesuitas. Su escenario, amplio y vacío, tiene como marco el Parque del Centenario y el moderno Centro de Convenciones de la ciudad y a sus espaldas el tradicional barrio de Getsemaní.
Sin el Colegio del Cuerpo, cuyos cursos son totalmente gratuitos, esos pequeños, en su mayoría habitantes del barrio Nelson Mandela de la ciudad —refugio de familias desplazadas por la violencia— seguirían extraviados y condenados al drama de la más azarosa supervivencia. En los tres años escasos de funcionamiento del Colegio han vivido dos metamorfosis: la de empezar a ser adolescentes y la de pasar de simples estudiantes de escuelas periféricas a convertirse en artistas de una disciplina que hasta entonces era para ellos lejana e inabarcable: la danza contemporánea. Y algo más: en la conciencia de estos muchachos ha nacido el “es posible” de la creatividad desde que, con fe de carbonero y resistencia de diamante, Alvaro Restrepo llamó a sus puertas para construir con ellos creaciones que han comenzado a dar la vuelta al mundo.
Al margen de su actividad formativa, la Compañía El Puente ha alcanzado un alto grado de profesionalismo, convirtiendo a algunos de sus antiguos alumnos en profesores de danza. De la natural y casi congénita savia rítmica del Caribe han surgido bailarines educados para un lenguaje más abstracto, seguramente alegórico, heredero de las grandes conquistas del arte contemporáneo.
Con unos pocos elementos rudimentarios de utilería y una infraestructura administrativa que, aunque precaria, se enriquece por el entusiasmo de maestros y discípulos, el Colegio del Cuerpo tiene en su haber dos Festivales de las Artes, celebrados en Cartagena de Indias en 1998 y 1999, y el estreno de tres creaciones propias. El grupo ha estado presente además en festivales artísticos de Colombia y Europa.
Después de sus actuaciones en el extranjero, como la que en abril de 2000 los llevó a recorrer París y a admirar una opulencia inimaginable para ellos, esos niños regresan a la pobreza de sus cuartos de familia para enfrentarse de nuevo con las heridas del barrio. Pero con la certidumbre de haber empezado a hacer de sus vidas algo distinto y grande.
No todo ha sido miel. Pese al entusiasmo de instituciones públicas y empresas privadas, la hiel de las dificultades económicas sigue rondando al Colegio. Pero la voluntad férrea de Restrepo y Delieuvin está fundada en un sueño, y éstos a menudo superan a la realidad en la que se forjan. Si el sueño sigue vivo es sin duda porque en Cartagena maestros y alumnos parecen saber que las recompensas de la tenacidad son más poderosas que las conspiraciones del desaliento.
Octubre de 2005
Alex
Mendez – LatinOutlook
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